viernes, 20 de septiembre de 2013

Nos metemos en todo


Otra parte difícil, o que te toca la moral, en este periplo de perder peso, es que los demás lo sepan…

Por mi parte, evidentemente, todo el mundo lo sabe, y por esa misma razón, tengo a mi lado, unos 7 mil millones de doctores especializados en medicina de la obesidad.

Sin quererlo, o queriéndolo, no paran de darte lecciones de moral y rectitud en cuanto a cuestiones de disciplina se refieren, aunque yo suelo ser bastante disciplinado, aun así, siempre hay huecos para consejos “morales” de gente que se autodesautoriza al instante.

El cervecero delgado es el mejor exponente, se puede beber media fábrica de Heineken en una tarde en la que tu te meriendas un bocata de pollo, pimientos y cebolla con una fina capa de salsa ligeresa y un espectacular zumo de naranja natural sin azúcar;

¿así vas a perder peso?, te dice con la sexta cerveza Alhambra en la mano… sobran comentarios, no?

Otro de los grandes es ese que se fuma alrededor de dos paquetes al día, ese con el que te sientas siempre en una terraza porque HAY QUE FUMAR, y que huele a rayos desde que se despierta. Ese también me gusta bastante, se mete hasta polonio por los pulmones y vendería a su madre por un chester a las seis de la mañana harto de ron.

Sin duda, mi favorito,  es ese que hace la dieta de la cebolla(con muchos kinders bueno entre sopa y sopa), la dieta del tomate o la dieta del subnormal, diría yo…

Ese no para de decirte que no comas esto o aquello, que haciendo cinco comidas al día no se pierde peso, o que te tienes que mover, que hacer mucho ejercicio, te lo dice sentado con un paquete de galletas oreo entre barrita de biomanan y barrita de cereales…

Todos ven la paja en el ojo ajeno, y cuando se trata de perder peso, amigos, ahí si que todos aconsejan…

-          Todos piensan que el que está gordo es porque quiere.

-          Todos son expertos, sin tener ni puta idea de salud, no se trata de hacer dieta, amigos, se trata de comer con cabeza orientado a mejorar la salud, no a perder peso rápido.

-          Si supieran que sus consejos te llevan a  un microenfado que te lleva a pensar comerte algo perjudicial, se meterían la lengua en el culo.

-          Y sobre todo, “haz lo que yo diga, no lo que yo haga”.

Salvo problemas raros de salud y con 40 minutos de cardio diarios, puedes llegar a perder mucho peso, pero mucho, he perdido así hasta 40 kg, aunque hay recuperado doce kilos aproximadamente.

Así que amigos, a los que os dan consejos sin autoridad ni experiencia, escuchadlos y pensad:

“QUE SE MUERA LO MALO”

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